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En este material, Kirill Nazarenko cuenta la historia del célebre pirata Henry Morgan, quien se convirtió en el prototipo de Capitán Blood, de varios personajes de la película "Piratas del Caribe" y del juego "Sea Dogs".

Hoy hablaremos del pirata Morgan. Para empezar, unas palabras sobre la situación política en Europa, sobre todo en Inglaterra, en la primera mitad y mediados del siglo XVII, cuando el capitán Henry Morgan actuó realmente.

¿El capitán Henry Morgan fue un pirata real? Kirill Nazarenko. Capitán Henry Morgan

Recordemos que Henry Morgan nació en 1635, en Gales, una región remota de Gran Bretaña, y poco después de su nacimiento estalló una guerra civil en el país.

La primera guerra civil (1642–1646) y, tras una breve pausa, se reanuda en 1647–1649. Los bandos principales fueron los realistas, encabezados por Carlos I, un rey que aspiraba a una monarquía absoluta, y las fuerzas parlamentarias, que terminaron estando dirigidas por el famoso político Oliver Cromwell.

¿El capitán Henry Morgan fue un pirata real? Kirill Nazarenko. El político Oliver Cromwell

Cromwell condujo a su bando a la victoria en esta guerra civil, y como resultado el rey Carlos I fue ejecutado en enero de 1649.

Se proclamó una república en Inglaterra, conocida como la Commonwealth of Nations (Mancomunidad). Hoy, la palabra “commonwealth” suele referirse al conjunto de antiguas colonias británicas que conservaron vínculos más o menos estrechos con la metrópoli. Pero en aquel entonces es más apropiado decir que la “república” duró hasta mayo de 1660. Para ese momento, Cromwell ya había muerto (falleció en 1658). Su hijo, que heredó su puesto como jefe de facto de la república, fue pronto derrocado.

Se produjo una serie de golpes militares y, finalmente, en mayo de 1660 el general Monck restauró la monarquía, llamando a Inglaterra al hijo de Carlos I, Carlos II, quien reinó durante los siguientes 25 años. Estos hechos en Inglaterra se conocen como la Restauración.

Sin embargo, durante la guerra civil Inglaterra quedó profundamente dividida, y Gales pertenecía a las regiones que apoyaban al rey. Es evidente que algunos habitantes de estas regiones, tras la derrota de los realistas, fueron perseguidos; pero sabemos muy poco sobre el origen de Henry Morgan.

Henry Morgan se llamaba a sí mismo gentleman (cuando llegó a ser vicegobernador). Pero en la Inglaterra del siglo XVII las fronteras de clase eran más flexibles que en la Europa continental, y para ser reconocido como noble se necesitaba un documento. No se podía ser noble sin “papeles”; uno podía ser un noble muy pobre, pero debía tener un documento que acreditara su estatus. En Inglaterra, todo lo decidía el dinero: si tenías medios para vivir como un gentleman —y un gentleman era precisamente un noble en la mentalidad de los siglos XVII–XVIII—, se te reconocía como tal. Si no tenías dinero, no.

Al mismo tiempo, en Inglaterra existía una nobleza titulada, situada muy por encima de los gentlemen comunes, y para los títulos, por supuesto, también hacían falta documentos. Pero la nobleza ordinaria era una categoría social bastante abierta: comerciantes ricos o campesinos acomodados podían ingresar en las filas de los gentlemen. Además, en Inglaterra ya no se exigía el servicio militar a la nobleza, y un gentleman inglés podía dedicarse a casi cualquier actividad. Aun así, por lo general seguía siendo un propietario de tierras, aunque no necesariamente a gran escala.

Es posible que Henry Morgan no fuera hijo de un verdadero gentleman, sino hijo de un llamado yeoman.

Un yeoman era una categoría de campesinos independientes y acomodados: podían arar la tierra por sí mismos, pero a la vez poseían un terreno bastante grande y contrataban trabajadores.

Una categoría inferior —freeholders— eran quienes arrendaban tierras a terratenientes, pero en condiciones relativamente estables. Y la categoría rural más desposeída eran los copyholders, es decir, quienes alquilaban tierra por poco tiempo y en condiciones desfavorables. Sin mencionar a los jornaleros, que no tenían tierra en absoluto.

Los yeomen se distinguían por tener sus propias tierras; no las arrendaban. El límite entre un yeoman y un gentleman era bastante difuso. Pero, al parecer, Morgan provenía de algún tipo de familia campesina, aunque de campesinos acomodados.

Hacia finales de los años 50 (1658–1659), el capitán Henry Morgan termina en América, concretamente en Barbados. Aquí conviene mirar el mapa del Caribe, porque es importante: Barbados está en la parte oriental del Caribe y está separada por una distancia considerable de Jamaica, que en ese mismo período se convierte en el centro de las posesiones británicas en el Caribe y la principal base de piratas británicos o corsarios.

¿El capitán Henry Morgan fue un pirata real? Isla de Barbados

¿Por qué el capitán Henry Morgan termina en Barbados? Él prefería guardar silencio, pero aquí es pertinente recordar que sabemos relativamente poco sobre Henry Morgan y sobre los piratas en general. Porque las autoridades se interesaban por los piratas cuando eran juzgados y ahorcados; y si no eran condenados y ejecutados, los documentos judiciales no dicen casi nada. Existe correspondencia de las autoridades coloniales, pero se conserva de forma irregular, y además, en la Inglaterra del siglo XVII el aparato estatal no estaba muy desarrollado.

Si lo comparamos con Francia o incluso con Rusia, veremos que tanto en Francia como en Rusia el aparato estatal local estaba más desarrollado: había más funcionarios, se redactaban más papeles y el control desde el centro era más claro. De hecho, incluso sobre regiones remotas de Siberia en el siglo XVII conocemos bastante gracias a la documentación. Además, los documentos se perdían con mucha facilidad.

Pero en Inglaterra la burocratización era relativamente débil. Los mismos gobernadores podían escribir no informes oficiales, sino cartas privadas a algún cortesano encargado de supervisar la administración de estas colonias. Todo era bastante confuso: los documentos podían no estar en archivos estatales, como en la Europa continental, sino en colecciones privadas. En Inglaterra nunca hubo una nacionalización de archivos, a diferencia de Francia; por eso documentos públicos muy importantes a menudo se conservan en colecciones privadas y no siempre son accesibles. O no se conservan: los herederos pueden simplemente no estar interesados.

Por eso, sobre los piratas del Caribe, los corsarios y el capitán Henry Morgan, sabemos mucho a partir de mediados del siglo XVII gracias al libro de Olivier Exquemelin, quizá un holandés que terminó en el Caribe, se unió a los piratas y luego escribió "Los bucaneros de América". Se tradujo casi de inmediato a todas las lenguas europeas y ya en los años 60 del siglo XVII comenzó su larga marcha por Europa.

¿El capitán Henry Morgan fue un pirata real? “Los bucaneros de América” de Olivier Exquemelin

Es a partir de los relatos de Exquemelin que conocemos a Morgan, a Ballon y a otros piratas famosos de la época. Además, los historiadores modernos tienden a confiar en Exquemelin, porque allí donde sus testimonios se pueden verificar, se verifican y resultan bastante exactos.

Aun así, ¿por qué el capitán Henry Morgan terminó en América? Llegó en malas condiciones: viajó en un barco a Barbados y fue esclavo durante tres años.

Hay que decir que en el siglo XVII en América la esclavitud no se aplicaba solo a los negros, sino también a los blancos, y la esclavitud de blancos estaba extendida en lo que luego serían Estados Unidos y el Caribe, en las colonias británicas, y también en las francesas (aunque en menor medida). Al mismo tiempo, prisioneros y convictos podían actuar como esclavos.

Cómo no recordar a Rafael Sabatini con su novela “Capitán Blood: su odisea”, que se basó en parte en algunas aventuras del capitán Henry Morgan. El capitán Blood, como bien sabes, también fue condenado por rebelión por un tribunal real, esclavizado y exiliado a América.

Esto era bastante común incluso para quienes no habían sido condenados: una persona que no tenía con qué pagar el pasaje firmaba un contrato por tres o siete años y trabajaba en condiciones de esclavitud. El propietario pagaba al transportista por llevar a esa persona, y el “esclavo” no siempre lograba sobrevivir hasta el final del contrato.

Sin embargo, hay datos (aunque no muy fiables) de que Henry Morgan trabajó durante tres años para un cuchillero (un artesano que fabricaba cuchillos) en Barbados. Esto es extraño para el hijo de un campesino muy rico, o más aún para el hijo de un gentleman, pero podían ocurrir muchas cosas:

• Morgan pudo cometer algún delito y huir a América para escapar de la justicia.
• Es muy posible que estuviera implicado en los acontecimientos de la guerra civil. En 1658 tenía 23 años y, según los estándares de la época, llevaba ya varios años viviendo de manera independiente.
• Podía tener experiencia militar y participar en campañas de finales de los años 50 (aunque no en la guerra civil en sí, era demasiado joven para sus primeras fases).
• Podría haber estado envuelto en alguna intriga política.

Sin embargo, no lo sabemos, y el propio capitán Henry Morgan guardó silencio, porque tras la Restauración la situación en Inglaterra cambió drásticamente: aunque se anunció una amnistía para los participantes de la revolución (salvo para quienes votaron la pena de muerte de Carlos I), diez personas fueron ejecutadas cruelmente, y los cuerpos de Cromwell y algunos de sus aliados ya fallecidos fueron exhumados, descuartizados y quemados, como represalia por sus acciones durante la revolución.

Por lo tanto, después de 1660 se volvió peligroso presumir de acciones antimonárquicas. No se puede descartar que Morgan participara en algo (pero no sabemos nada con certeza).

Sabemos que apareció en Barbados en 1658–1659; luego, hacia 1661–1662, su contrato de tres años debió expirar, se convierte en un hombre libre y entonces encuentra rápidamente su lugar entre los piratas.

¿Qué ocurría en la política del Caribe en esos años? En 1654, Cromwell envió una escuadra para conquistar La Española, pero entre 1652–1654 tuvo lugar la primera guerra anglo-holandesa, un conflicto naval serio. Cuando terminó, la flota inglesa quedó libre.

Cromwell decidió enviar esa fuerza a América para conquistar alguna colonia, pero la toma de La Española (hoy la isla de Haití) fracasó: los españoles resistieron. Entonces los británicos se apoderaron de Jamaica. La isla se defendió, pero la resistencia de la guarnición fue quebrada. Desde 1654 Jamaica se convierte de facto en una posesión británica, aunque al principio no se formalizó jurídicamente.

Es importante entender que en 1660, tras la Restauración, se firmó un tratado de paz entre España y Gran Bretaña, pero ese tratado no definía con claridad la situación en el Caribe. La guerra continuó allí: los españoles insistían en que solo sus colonias debían existir en el Caribe, porque América pertenecía por completo a España.

Pero, en la práctica, a mediados del siglo XVII aparecieron colonias holandesas e inglesas en la costa de Norteamérica, futuras Estados Unidos. Recordemos que Nueva York fue fundada por los holandeses como Nueva Ámsterdam y luego fue tomada por los británicos.

En el Caribe, Jamaica resultó ser una posesión clave: está en el centro del mar Caribe, junto a Cuba y La Española, el corazón de las posesiones españolas. Además, Jamaica se encontraba en la ruta entre Portobelo (istmo de Panamá) y La Habana. Por allí pasaban barcos con tesoros que se acumulaban en La Habana y luego partían a España o a Santiago de Cuba. Jamaica estaba justo en esa ruta, y los españoles no querían una fortaleza inglesa allí.

¿El capitán Henry Morgan fue un pirata real? La ruta del Caribe por la que se transportaban tesoros en el siglo XVII

Por eso, ni en 1660 ni siquiera en 1667, cuando hubo un segundo intento de resolver las relaciones, se logró acordar nada definitivo sobre el Caribe.

Solo en 1670 se firmó el Tratado de Madrid, según el cual España aceptó la presencia de colonias inglesas en el Caribe, aunque la pertenencia de Jamaica a Gran Bretaña no quedó formulada de manera explícita en el tratado. Aun así, los británicos consideraron Jamaica su colonia oficial desde 1670.

Precisamente en este período de estatus legal confuso de Jamaica se sitúan las actividades de Morgan en la isla. Es evidente que donde el Estado es débil, donde la base legal es confusa, donde no hay fuerzas para mantener el orden, surgen por todas partes estructuras criminales. No hace falta dramatizar aquí a los piratas: funcionaban como “bandas” muy organizadas.

Si buscamos paralelos modernos, quienes vivieron los años 90 en los países del antiguo bloque soviético saben bien qué son el crimen organizado y las bandas. Cuando un grupo criminal es grande y eficaz, está bien organizado, tiene reglas estrictas y puede incluso sustituir al Estado: mantener el orden en un territorio, combatir a grupos rivales, etc. En el Caribe la situación era parecida.

Aquí conviene fijarse en otra isla: Tortuga, frente a la costa norte de La Española (Haití). Esta isla fue ocupada por los franceses.

¿El capitán Henry Morgan fue un pirata real? Isla de Tortuga

Tanto Jamaica como Tortuga se convirtieron en los principales centros de piratería del Caribe en los años 60. Y es importante subrayar que no se trataba de piratería “pura”, sino de corsarios.

Estas personas recibían patentes de corso de las autoridades inglesas y francesas: eran considerados oficialmente parte del ejército, miembros de la flota británica o francesa, y debían capturar barcos enemigos (en este caso, españoles) para interrumpir el comercio del adversario. Los corsarios entregaban una parte del botín a las autoridades; en teoría podían ser castigados retirándoles la patente. Pero es obvio que ni el gobernador francés de Tortuga ni el gobernador británico de Jamaica tenían muchas posibilidades reales de imponer disciplina: debían negociar con piratas y corsarios, más que presionarlos.

A los años 1650–1660 pertenecen las actividades del famoso Allaney (el corsario francés más célebre de la época) y también las actividades del capitán Henry Morgan. En 1665 aparece la primera prueba fiable sobre Morgan: es capitán en la escuadra del pirata Mansvelt.

¿El capitán Henry Morgan fue un pirata real? Kirill Nazarenko. Pirata Mansvelt

Cuando se habla de una escuadra, muchos imaginan grandes navíos de vela, pero en realidad los piratas operaban con barcos pequeños. El mayor barco conocido de Henry Morgan tenía un desplazamiento de 120 toneladas: una embarcación diminuta para estándares modernos y, incluso para el siglo XVII, un buque pequeño de uno o dos mástiles.

Las naves más pequeñas podían tener 10–15 toneladas de desplazamiento: eran prácticamente botes abiertos, con los que navegar era peligroso. Pero los corsarios eran gente que sabía orientarse y predecir el clima; de lo contrario no podrían haber sobrevivido. Además, hablamos de los trópicos, no del océano Ártico: fuera de la temporada de tormentas, es algo más sencillo.

No hay que pensar que Morgan mandaba a cientos de personas en 1665: en ese barco había unas decenas de piratas. Pero el hecho de que Morgan fuera jefe de una banda así ya indicaba que era una figura influyente entre sus compañeros.

A finales de 1667 y comienzos de 1668, Mansfield murió (fue capturado y ejecutado por los españoles, o quizá envenenado). No hay motivo para vincular su muerte con Morgan. Tras la muerte de Mansfield, la banda elige a Henry Morgan como su almirante. Se convierte en el jefe de una gran fuerza corsaria de varios cientos de personas. Era un poder considerable: la guarnición de grandes fuertes del Caribe solía contar con unos pocos cientos de soldados, y con tantos piratas se podían hacer grandes cosas.

Sobre la experiencia de Henry Morgan, se sabe con certeza que participó en una campaña contra Trujillo y Granada, ciudades españolas, bajo el mando de Mansfield. Luego Mansfield intentó atacar posesiones españolas en Cuba y fue derrotado.

¿Cómo eran las posesiones españolas en América? Eran enormes, y los españoles no podían proteger cada bahía o aldea costera. Concentraban tropas y fortificaciones en varios puntos clave y atravesaron varias fases de refuerzo de sus colonias.

La primera vez que los españoles enfrentaron un peligro serio fue en la época de Francis Drake, en la segunda mitad del siglo XVI. Tras los primeros ataques ingleses, comenzaron a construir fuertes de piedra y a armarlos con artillería relativamente decente. Curiosamente, en la costa del Pacífico antes ni siquiera había fortificaciones de madera, porque los españoles creían que nadie llegaría allí.

Pero los acontecimientos de los años 50–60 del siglo XVII empujaron a las autoridades españolas a una nueva oleada de construcción de fortificaciones. En esos años se edificaron fuertes que se parecían a verdaderas fortalezas europeas regulares, como Fort Charles, construido por los británicos en la misma época.

¿El capitán Henry Morgan fue un pirata real? Kirill Nazarenko. Fort Charles

Existe un plano de la ciudad de Port Royal en Jamaica. Era una ciudad grande para los estándares del Caribe, con unas 7.000 personas, cuando en Europa las capitales contaban con cientos de miles.

¿El capitán Henry Morgan fue un pirata real? Kirill Nazarenko. Plano urbano de Port Royal (Jamaica)

La población de Londres o París había superado el medio millón y se acercaba al millón. En Europa había muchas ciudades de más de 100.000 habitantes. Y en Jamaica, una ciudad de 7.000 habitantes se consideraba muy grande e importante, de hecho la mayor ciudad de las posesiones inglesas en América de ese tiempo.

Las ciudades españolas eran algo mayores: entre 15.000 y 20.000 personas vivían en Santiago de Cuba o en La Habana, pero aun así eran ciudades pequeñas.

Port Royal estaba rodeada por cinco fuertes, situada en un cabo, por lo que era difícil atacarla por tierra, y también estaba bien protegida desde el mar.

¿El capitán Henry Morgan fue un pirata real? Kirill Nazarenko. Port Royal (siglos XVII–XVIII)

Las posesiones españolas también tenían estructuras defensivas. Por ejemplo, la torre en la Panamá Vieja es más un campanario que una torre fortificada.

¿El capitán Henry Morgan fue un pirata real? Kirill Nazarenko. Torre en Panamá Viejo

También estaban las baterías y fuertes españoles que Morgan asaltó en Santiago de la Gloria (istmo de Panamá), o la fortaleza San Lorenzo, igualmente en el istmo.

¿El capitán Henry Morgan fue un pirata real? Kirill Nazarenko. Fuerte de San Lorenzo (istmo de Panamá)

Esta fortaleza tiene una estructura plenamente regular: dos semibaluartes, protegidos al frente por una obra exterior (revellín), que cubre los accesos. Allí se colocaban cañones y la fortaleza tiene una forma hexagonal. No eran fortificaciones improvisadas, sino construcciones bastante regulares. Podían estar armadas con pocos cañones —a menudo antiguos, porque lo mejor se enviaba a Europa—. En el Caribe no había grandes ejércitos con artillería de asedio. Aun así, para defenderse de piratas, estas fortificaciones eran más que dignas.

La batería de Santiago de la Gloria también era bastante regular y tenía un aspecto “correcto”. Pero cualquier fortaleza solo es fuerte si está defendida: si la guarnición es débil o falta munición, el poder defensivo cae drásticamente.

Volvamos a las aventuras del corsario Henry Morgan. Existe una imagen de Morgan, aunque tardía: un grabado original en blanco y negro del libro de Exquemelin “Los bucaneros de América”. También hay un grabado coloreado, aunque no se puede descartar que sea una representación fantástica.

¿El capitán Henry Morgan fue un pirata real? Kirill Nazarenko. Henry Morgan. Grabado en blanco y negro de “Los bucaneros de América”

El capitán Henry Morgan, tras convertirse en almirante pirata, inicia su actividad independiente. Desde el principio, en 1668 atacó la ciudad de Puerto Príncipe en Cuba y, en marzo, desembarcó allí (hoy Camagüey). Derrotó a un pequeño destacamento español y la ciudad se rindió. Morgan exigió un rescate de 50.000 pesos y 500 cabezas de ganado para reponer víveres. Los españoles consideraron que la culpa era del comandante de la ciudad y de las autoridades que se rindieron en lugar de defenderse.

Es una historia típica: no hay que dibujar a los españoles como muñecos. El servicio en las colonias era duro y poco prestigioso; no siempre llegaban los mejores mandos. Los comandantes más activos se utilizaban en Europa y las colonias eran un lugar de “exilio” para oficiales españoles culpables de algo o poco brillantes. Además, las oportunidades de ganar prestigio en las colonias eran pequeñas. Era una existencia vegetativa, comparable al exilio en Siberia: ser gobernador en Siberia era mucho peor que ser gobernador en la parte europea del país. Por eso no hay que pensar que los jefes españoles que se enfrentaban a los piratas eran todos genios.

Por otro lado, los piratas eran gente muy activa: tenían la iniciativa, elegían el lugar y el momento del ataque. Y los españoles debían esperar y prepararse sin saber cuándo serían atacados.

Tras el saqueo de Puerto Príncipe, es característico que el corsario Morgan no regresara más a Cuba, porque Cuba y La Española eran demasiado difíciles para los piratas en ese momento. Traslada entonces sus esfuerzos al istmo de Panamá, donde ataca, entre otros objetivos, la ciudad de Portobelo (hoy en Panamá). El asalto pudo haber sido repelido, pero en algún momento los españoles se desesperaron y se rindieron. Parte de los soldados siguió defendiendo con el gobernador y murieron.

Tras capturar Portobelo, el gobernador de Panamá intentó recuperarla, pero fue derrotado, y al final Morgan se marchó tras cobrar un rescate. Al mismo tiempo, a los piratas se les ocurrió la idea de avanzar hacia Panamá.

Portobelo está en la costa norte del istmo de Panamá sobre el mar Caribe. Panamá está en el océano Pacífico, en la costa sur del istmo, y era un punto de tránsito crucial para la plata extraída en Perú: se llevaba por mar a Panamá, luego se transportaba a través del istmo, y después se enviaba a Cuba y a España.

¿El capitán Henry Morgan fue un pirata real? Kirill Nazarenko. Ruta por la que se transportaba la plata en el siglo XVII

Y así, la idea de capturar Panamá empezó a rondar a los piratas.

En cuanto al botín, se apoderaron de unas 500 piezas por persona.

El tálero es una moneda de plata de 27,2 gramos de plata pura, aunque el peso real era mayor porque la plata no era completamente pura. Era una moneda grande, de más de 40 mm de diámetro, bastante gruesa.

Sobre el poder adquisitivo del tálero, conviene señalar que los marineros ingleses ganaban unas seis táleros al mes en la marina mercante en esos años. Era un salario alto para un trabajador común: los peones en tierra —excavadores u obreros— ganaban 1–2 táleros al mes, y con eso se consideraba que su trabajo estaba pagado, incluyendo comida y ropa (muy mala).

Los soldados en Inglaterra, por ejemplo, recibían dos peniques al día, o 60 peniques al mes, es decir, cinco chelines: aproximadamente un tálero al mes.

Por tanto, quinientos táleros era bastante, pero los precios en el Caribe eran hasta diez veces más altos que en Europa, así que no se puede decir que fuese una suma absurda. No era fácil “empezar de cero” con ese dinero: quizá se bebía y desaparecía.

Luego surgió la idea de atacar Panamá, y el corsario Henry Morgan empezó a preparar la expedición.

A comienzos de 1669 reunió una expedición, pero al final no atacó Panamá, sino Maracaibo, una gran ciudad española en Venezuela, situada junto al canal que conduce al gran lago Maracaibo.

¿El capitán Henry Morgan fue un pirata real? Kirill Nazarenko. Maracaibo en un mapa del siglo XVII

Antes de entrar en ese canal había un paso estrecho con varias islas. Había varios fuertes, pero los piratas lograron superarlos. Además, Morgan emprendió la incursión como corsario “real”: su escuadra fue reforzada por la fragata real Oxford. El mayor barco pirata de la expedición llegó desde Tortuga: era un barco francés, la fragata “Kite”, armada con 24 cañones.

En la primavera de 1669, piratas franceses e ingleses capturaron Maracaibo por sorpresa. Pero entonces se acercó una escuadra española de tres barcos, tomó el fuerte de La Barra (ya capturado por los piratas) y encerró a la escuadra de Morgan en la bahía.

A Morgan le ofrecieron devolver el botín, liberar a los esclavos capturados y marcharse. Pero los piratas se negaron: eso significaba irse “desnudos y descalzos”, y era vergonzoso. Intentaron negociar, pero el almirante español no cedió. A finales de abril, la escuadra pirata realizó una ruptura.

Los españoles enviaron un barco incendiario. Este se enganchó al buque insignia español y lo incendió. Otros dos barcos españoles intentaron retirarse: uno encalló y el otro fue abordado. Así Morgan rompió el cerco. Pero no salió al mar abierto: quedó bloqueado por otro tramo del canal, cerrado por un fuerte con seis cañones. Entonces Morgan recurrió a un engaño: fingió querer asaltar el fuerte por tierra. Los españoles trasladaron los seis cañones hacia el lado terrestre, y entonces Morgan logró pasar.

Este episodio fue descrito en la novela “Capitán Blood” de Sabatini. Se capturaron unas 250.000 monedas, pero al final cada persona recibió menos que en la campaña anterior. A pesar de las hazañas, cada pirata ganó unos 200–250 táleros, no demasiado, aunque la fama de Morgan se extendió.

¿El capitán Henry Morgan fue un pirata real? Kirill Nazarenko. Rafael Sabatini, “Capitán Blood”

Al mismo tiempo, tras la incursión en Maracaibo, los corsarios quedaron en una situación difícil, porque en 1667 se firmó otro tratado anglo-español, y el gobernador de Jamaica recibió la orden de dejar de emitir patentes de corso.

La información tardaba en llegar al Caribe. Además, los gobernadores solían “ganar tiempo” fingiendo que la noticia les llegó aún más tarde. Pero, en cualquier caso, tras el regreso de Morgan, no podría renovar su patente.

Pero en 1670 los españoles atacaron la costa norte de Jamaica, así que el consejo de la isla concedió a Morgan una patente. De nuevo se ve el carácter del aparato estatal inglés: débil, y con gobiernos locales capaces de librar “guerras privadas”. Morgan invitó otra vez a los franceses, se unieron con los de Tortuga y avanzaron hacia el istmo de Panamá.

Fue la tercera y quizá la campaña más famosa de Henry Morgan. Se acercaron a la costa española en diciembre de 1670 y capturaron un fuerte en la costa. Luego encontraron guías para marchar hacia Panamá.

En el mapa se muestra la red de comunicaciones en las posesiones españolas: había varias rutas hacia Panamá. Se podía avanzar por Portobelo, desde un punto llamado Chagres (hoy Colón). Los corsarios tomaron varios fuertes y empezaron a cruzar el istmo. Incluso con guías, el avance fue difícil: pasaron hambre porque no podían hacer todo el trayecto en botes. Aun así llegaron a Panamá y la atacaron.

Panamá era una de las ciudades más grandes del Nuevo Mundo: tenía más de 2.000 casas y entre 10.000 y 12.000 habitantes. Se decía que había 700 jinetes y 2.000 infantes en la guarnición (probablemente cifras “sobre el papel”).

Un total de 2.700 soldados puede ser real si se incluye la milicia urbana. Los ciudadanos no eran buenos guerreros: aunque se usaban en la defensa, combatir en campo abierto era difícil. Sus habilidades eran limitadas, y los piratas eran combatientes profesionales.

Al final, los piratas derrotaron a un destacamento español bajo las murallas de Panamá y se lanzaron al asalto de la ciudad, perdiendo solo 20 muertos y un número similar de heridos. Eso sugiere que la resistencia fue muy débil. En ese momento se declaró un incendio en la ciudad.

Algunos acusaron a Morgan de haber incendiado Panamá. Pero eso sería extraño: lo lógico habría sido quedarse con el botín, no quemar la ciudad. Es más probable que los españoles prendieran fuego para que los piratas no obtuvieran nada y para destruir grandes reservas de alimentos. Aun así, quedaron existencias y los piratas se alimentaron en la ciudad con relativa comodidad. Algunos quisieron “piratear” en el Pacífico capturando barcos en las rutas de Panamá, pero Morgan se lo prohibió.

En febrero de 1671, salió de Panamá una caravana de unos 150 mulos cargados de plata. La carga máxima por mulo puede estimarse en 120 kg. Si eran 150–160 mulos, podían transportar hasta 18–20 toneladas de carga (no hay razón para pensar que todo fuera plata u oro; también habría muchas mercancías). Cuando los piratas hicieron cuentas, se echaron a llorar: los piratas comunes recibieron unos 200 táleros cada uno.

¿El capitán Henry Morgan fue un pirata real? Kirill Nazarenko. Táleros

Hay un punto más: el término “peso” se usa con frecuencia al hablar del saqueo en las colonias españolas. En teoría, debería entenderse como “tálero”, pero en español existe la palabra “peseta”, que sería 1/8 de tálero o 1/8 de peso. Otro nombre para “peseta” es “real” (sin confundir con otras unidades monetarias). En principio, algunos “reales” también podían llamarse pesos, y entonces habría varios “pesos” por tálero.

Hay testimonios de que un pirata común recibió 200 “pesos” o diez libras esterlinas; una libra era cuatro táleros. De ahí que esos 200 “pesos” probablemente no fueran “pesos” completos, sino una unidad menor (un real de plata). En táleros, entonces, los piratas recibieron solo unos 40 táleros, muy poco: el salario de un marinero mercante inglés por algo más de un año. Tras tanta tensión y hazañas, recibir apenas un “año de sueldo” resultaba decepcionante.

De ahí los rumores de que Morgan robó el botín: se decía que se fue en el barco Mayflower con otros tres barcos y se llevó el grueso del tesoro. Pero los piratas no eran gente a la que se pudiera engañar tan fácilmente. Lo más probable es que Morgan esperara encontrar en Panamá otro cargamento de plata procedente de Perú, preparado para enviarse a España, y no lo encontró. Al saquear Panamá, solo pudo apropiarse de bienes de los habitantes y de cantidades limitadas del tesoro local. El botín no justificó el esfuerzo.

Sin embargo, la fama de Morgan subió a un nuevo nivel. Luego regresó a Jamaica, pero el retorno fue difícil: poco antes de que Morgan saliera de Jamaica, España e Inglaterra habían firmado el Tratado de Madrid de 1670, que más o menos reguló sus relaciones durante los siguientes 30 años. El rey y su gobierno no querían agravar tensiones en el Caribe, sobre todo porque España reconocía de facto a Jamaica como colonia inglesa.

Se abrió una investigación contra Henry Morgan. Es posible que fuera bastante enérgica también porque el botín de Panamá resultó menor de lo esperado. Según documentos españoles, el dinero depositado en Madrid ese año habría sido transportado sin grandes pérdidas.

Entonces Morgan fue enviado a Inglaterra en 1672. Durante un tiempo estuvo bajo arresto domiciliario, pero al final fue absuelto. Eso era “natural”: en Inglaterra estaban acostumbrados a mirar hacia otro lado cuando sus activistas coloniales saqueaban a España. Morgan recibió el título de caballero y el cargo de vicegobernador de Jamaica. Además, se casó, y en 1679 obtuvo el puesto de juez jefe de Jamaica.

Morgan no se bebió su dinero: lo invirtió en una propiedad y se convirtió en dueño de dos plantaciones de azúcar trabajadas por esclavos. En el viaje de regreso a Jamaica, casi murió en un naufragio, pero aun así llegó y continuó, hasta cierto punto, protegiendo a viejos conocidos, aunque también tenía límites para hacerlo.

En 1682, Morgan fue acusado de nuevo de abuso de poder y malversación, y empezó otra racha negra en su vida.

En 1685 se publicó en Inglaterra el libro “Los piratas de América”, que describía las hazañas de Morgan. Ese mismo año murió Carlos II y subió al trono su hermano Jacobo II, católico y con una posición proespañola.

¿El capitán Henry Morgan fue un pirata real? Kirill Nazarenko. Olivier Exquemelin, “Los bucaneros de América”

Morgan tuvo problemas, pero para entonces estaba tan convencido de ser siempre una persona respetable que incluso demandó a los editores del libro de Exquemelin por difamación, exigiendo una gran suma por daños morales. Sin embargo, el tribunal valoró los daños muy bajos: Morgan pedía 10.000 libras y al final recibió solo 200. En táleros, 10.000 libras son 40.000 táleros, y 200 libras son 800 táleros.

Después de eso, Henry Morgan no volvió a ocupar cargos públicos y murió en 1688, probablemente de cirrosis, porque bebía mucho. Fue enterrado en el cementerio de Port Royal. Murió a los 53 años, no una edad avanzada hoy, pero bastante respetable para el siglo XVII.

El destino póstumo de Henry Morgan es curioso. Cuatro años después, en 1694, un terrible terremoto destruyó Port Royal, un tsunami golpeó la costa y la tumba de Morgan desapareció. Al mismo tiempo, moralistas locales creían que Dios castigó Port Royal —como a Sodoma y Gomorra— porque era un nido de depravación y falta de ley en el Caribe: un final simbólico.

Además, Henry Morgan permaneció en la literatura gracias a Exquemelin (con quien litigó) y gracias a novelas inspiradas en su biografía. Ante todo, la de Rafael Sabatini: “Capitán Blood: su odisea”.

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